domingo, 1 de noviembre de 2015

LA BARRA SPORTING CRISTAL 86. ¡QUÉ RECUERDOS! (Primera parte)

Por Aldo Alvarado, El Doctor Celeste.

Esta foto me recuerda mis inicios de tribunero.
Al comienzo y cuando ya tenía uso de razón, iba esporádicamente al futbol. Un buen día -jugaba el Sporting Cristal con el San Agustín- decidí alentar con la gente que estaba en Oriente. Ese día perdimos 2 a 0, pero grité tanto, pero tanto que tomé la firme decisión de acompañar a esa barra para alentar a mi querido cuadro celeste.
Al comienzo con la mía, como hasta el día de hoy, siempre con la mía. Y una vez se me acerca Martín Avendaño con el Cachaco y me dicen que yo gritaba un huevo y todo el partido y no paraba de cantar y me preguntaron si quería pertenecer a la barra. Me sentí realmente halagado.

En la Barra Oriente
Y desde ese día, a mediados del 87 pertenecí a esa Fuerza Oriente, con la banderola Fuerza Cristal que tenía tiritas blancas, ¿se acuerdan?, esa de la foto. Ahi conocí a mis hermanos celestes de sangre. en primer lugar a Arturo Kikuyama, mi hermano, a Toño Calienes, su papá Gustavo, al Muñeco Meza, al Chaira, Perico y su gran energía para la corneta, el cholo Wilson, Johnny, los bongós del gran profesor Freddy, al popular "Francéscoli" que nunca supe cómo se llamaba y lo vi últimamente en el Gallardo.
No me olvido del Diablito, el gran Cholo Apaico, luego bautizado en el extremo como Kopriva, César Vásquez, Aldo Celis, al Payasito Pancho, al gordo Italiano con sus mostachos y su hijo el gordito; el señor Mazuelos y su hijo “Uga uga ugaaaaa”, todos unos hermanos que dejábamos todo; el tío Abratani y sus lentes negros y su filtro de cigarros Inca…

El Loco del bombo…
El loco Galliani (qepd) me enseñó a tocar el bombo y desde ahí lo estuve tocando por varios años. Una vez en Ovación dijeron que el Cristal podía estar jugando mal y perdiendo pero ese bombo nunca dejaba de sonar todo el partido. Esa vez  me sentí muy contento porque mi esfuerzo se hacía destacar.
Qué lindas épocas, todos preparábamos el papel picado y los contómetros. Yo era uno de quienes cortaban tiras de papel periódico y las unían con engrapador para yo mismo hacer mis contómetros. Eso es hinchar de verdad, muchas veces ni veía los goles de la celeste por estar tocando el bombo mirando a la barra, y solo me sentía feliz de ver la cara de felicidad de mis compañeros al gritar un gol de nuestro equipo. ¡Qué emoción!  Gritar el “¡ola ola ola, golazo de Loyola!. Me han hecho emocionarme hasta las lágrimas.


¡Gracias Sporting Cristal!, ¡gracias barra! ¡salud, salud, salud Cristal !!!

jueves, 21 de mayo de 2015

SPORTING CRISTAL VS AELU: ENCUENTRO CON PELODURO.
Por Víctor Soto Dueñas

Corría el año 89, en aquellos días ser hincha de Cristal era algo extraño para la época, como encontrar una aguja en un pajar. Yo vivía en Surco, más exactamente en la urbanización Los Próceres.
 En aquellas temporadas  en que se jugaban dobletes y tripletes en los estadios. Tocó jugar ese partido  contra AELU un miércoles.  Cursábamos el segundo de secundaria y la hora de salida del colegio era a la 1:30 pm, pero, ¡maldición!,  el partido empezaba  a esa misma hora.  Eran las 10 de la mañana, hora  del recreo. No soportaba el hecho de perderme el partido. Decidí rápidamente escapar. Me escondí después del recreo y subí al muro al llegar a lo alto, con el uniforme manchado de pintura y la camisa desabotonada el auxiliar me vio desde lejos y se acercó corriendo con sus dos perros. Al llegar no gritó fuerte pero su tono fue bastante autoritario:
¾  ¡Soto de mierda, bájate o hablo con el director para que te suspendan!
¾ No podrás arrancar este sentimiento por la celeste que me invade el cuerpo y el alma- le respondí antes de lanzarme a la calle-, soy hincha del Sporting Cristal.
Y salí corriendo por las calles con mi uniforme de colegio y mi mochila y tomé una Coaster directo a Matute porque ahí se desarrollaría el nuevo episodio que quedaría para la historia, y ahí tenía que estar, cueste lo que cueste.
El encuentro con Peloduro.
Supuestamente teníamos que entrar a la tribuna Oriente pero ese día, no sé por qué, entramos a Occidente, y fue todo un vacilón. Miguel ‘Peloduro’, un maestro a quien considero como mi hermano mayor al observar que gritaba y saltaba sin parar durante todo el partido se acercó y me palmoteó.
¾     Chibolo, eres un loco, pero eres un celeste en todo sentido de la palabra....
Escuchar esas frases  fue un gran honor, viniendo  de quien yo consideraba mi ídolo en todo sentido de la palabra, y hoy por hoy todavía lo sigo considerando así. Me sentí con el ánimo al tope, era un privilegio, era el máximo respeto que un chibolo como yo podía recibir en esos momentos. Ya en la tribuna occidente, aunque éramos pocos, alentamos con todo el corazón y el sentimiento que era eso que movía a los pocos celestes que pisábamos la tribuna en esa época.
El partido lo ganamos uno a cero y lo gritamos como si hubiéramos ganado la Copa del mundo, ese aliento era incondicional en todos los partidos. Eran aquellos días donde ser celeste era sobrevivir y ayudar a sobrevivir a los que venían. Antes de despedirnos hicimos el juramento que se convertiría en uno de nuestros lemas:
¡Ser los de siempre las buenas y en las malas!
Al dirigirme a mi barrio  por las calles con mi amigo Pool Champac, un celeste de San Juan de Miraflores,  amigo de muchas guerras y alegrías, se me dibujaron unas lagrimas.
¾     Pool le dije-, algún día tendremos una tribuna popular donde cantaremos  con todos nuestros amigos y esto hará que la hinchada crezca y reventemos los estadios.
¾  Chibolo –me dijo Pool, porque yo era uno de los menores de ese grupo-, algún día tendremos nuestra popular y tu sueño se hará realidad.
Al llegar a casa me cayó un gritón de parte de mi madre. Mi padre me llamó a un costado.
¾   Víctor, todo tiene su momento y su lugar.
¾   Te entiendo le dije-, pero no puedo frenar este sentimiento que llevo en el corazón por la celeste.
Me castigaron, pero al final los convencí con una semana de buenas acciones para poder regresar nuevamente al próximo partido
¡Fuerza, Sporting Cristal!

VICTOR SOTO DUEÑAS

domingo, 19 de octubre de 2014

EL BOMBO CERVECERO SIGUE LATIENDO EN MI PECHO

Por Wilber 97
Cuando tenía 13 años (allá por el año 1997) ya era miembro del EXTREMO CELESTE, época en la cual me consideraba un desadaptado social y emocionalmente desequilibrado, pues presentaba un ligamento con el SPORTING CRISTAL de mucha dependencia, la cual nunca se pudo ir, pues aún puedo sentir lo mismo que antes cuando pierde Cristal, pues se me viene el mundo abajo, no solamente ahora, de toda la vida, desde siempre.
Cuando Cristal perdía lloraba y lloro aún porque se siente así, cuando pierde Cristal no me aguanta nadie, me encierro en mi cuarto, no quiero hablar con nadie, me vuelvo loco, se me viene el mundo abajo, creo que es el fin del mundo, no puede haber nada peor a que pierda Cristal y más aún si es que perdemos con las gallinas.

Con el Extremo…
Volviendo al 97, recuerdo haber tenido un respeto y admiración a la gente encargada de tocar el bombo en el EXTREMO CELESTE, posición privilegiada y de radicalidad por ese entonces. Vi a muchos tocar el bombo, cada uno con un estilo y aguante diferente, así que comencé a trabajar en silencio y con huevos.

Con mi aliento incondicional comencé a ganarme respeto en la barra. Domingo a domingo, local o visitante, no había nada ni nadie que podría impedir que esté acompañando al Sporting. Así cada partido me colocaba más al medio de la barra y llegando así un día a cargar el bombo. Aquel domingo no le presté la más mínima atención al partido, solo cantaba las canciones y miraba fijamente como tocaban el bombo, como se hacían los cambios de ritmo, de canciones y todo lo demás, hasta que pensé “es lo que quiero y uno quiere y conoce lo que le gusta y apasiona”.


El bombo y yo…
Esperé pacientemente mi oportunidad y practiqué todos los días en la mesa de mi casa, en mi carpeta del colegio, en donde podía. Recuerdo un partido de 1998 en el viejo Estadio Nacional cuando en el minuto 82 del encuentro, Rolo -cansado de toda la faena del partido- miró a su alrededor buscando a alguien que podría reemplazarlo, entonces me vio que lo miraba y me dijo “¿sabes tocar?”. No la pensé, boté el cigarrillo de mis manos y cogí los mazos del bombo. Esa cercanía del bombo y yo fue letal, única e inmortal para mi vida.

El bombo en la barra va al compás de tu corazón y de las emociones de los demás, entonces no puedes arrugar nunca, mucho menos callarte, pues tus manos dan vida al bombo y tu voz la tiene que acompañar. Es así y así debe ser.

Hoy después de casi 16 años recordé ese momento, gracias Rolando Gomez por aquella oportunidad, uno nunca olvida.

EXTREMADAMENTE CELESTE
WILBER 97.

jueves, 10 de octubre de 2013

¡CALAVERA, UN REFERENTE DEL EXTREMO CELESTE!

POR HENRY SAMANIEGO MONTOYA

Un referente del 'Extremo Celeste' en sus inicios está de cumple. 

Llega desde Tribuna Oriente, como muchos otros celestes, para formar parte de la Barra Popular en 1991, un 91 cada vez más lejano y nostálgico a la vez la cual muchos alentamos estando en nuestra minoría de edad. 

Muchos lo querían, algunos no lo entendían, era un rebelde sin causa, de esos que eran capaces de meterse a la cancha con una Rata Blanca y reventársela al rival o a aquel que iba en contra del equipo, un celeste de mil batallas, en muchas oportunidades arriesgó su salud por defender nuestros colores, aunque algunas veces se castigaba solo, como en un partido contra Sipesa que terminó regado por los jardincillos de la Via Expresa.

Pepe 'el Calavera' Quiroz amaba el peligro, mismo Cool Mc Cool, las Ratas Blancas prendidas y mantenidas en boca eran su pan de cada fin de semana.


Sólo queda saludar a este inmortal hincha celeste, alias Giovanni Di Lazzio que formó parte del Extremo 1991-1994, y un 12-nov., luego del campeonato del 94, “fugaría” del país.

lunes, 30 de septiembre de 2013

¡SPORTING CRISTAL CONTIGO, EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS!!!

Por Victor Soto Dueñas

El día de hoy es para no tomarlo en cuenta jamás. No dejemos que estos momentos malos opaquen nuestro sentir. No dejemos que estos momentos malos nos dejen de hacer creer lo que creemos. No dejemos que estos momentos malos nos desunan. 

¿Qué pasó?, ¿son o no son los escoltas de los celestes en las buenas y malas? Entonces pensemos hacia adelante con la cabeza bien puesta y no con el culo, dejémonos de w…s .

¿La gente que m… espera para alentar? ¿Sólo ganar o empatar? ¡No jodan pues!, es hora de portarse como hombres y no como cafichos hinchas de resultados. Avancemos hacia adelante, hermanos, y tratemos de estar más unidos que nunca. Apoyemos al equipo en los momentos difíciles y seamos lo que somos y no esa mancha de imbéciles que va a la reja a insultar tu nombre!

Fuerza Cristal, que en tus más difíciles momentos estaré para darte la mano porque eres ese amor que llevo dentro de mi vida y mi corazón!


Fuerza Cristal, Campeón SC!

sábado, 27 de julio de 2013

ACTO DE MAGIA EN EL ENCUENTRO SPORTING CRISTAL - AMÉRICA DE CALI

Por: Alberto Benza


Miércoles 28 de abril de 1993. Sporting Cristal, por cuartos de final en la Libertadores, enfrentaba al eterno finalista de la Copa, el América de Cali (1985, 1986,1987 y 1996). Cristal había logrado sacarle al cuadro caleño un empate con 2 goles de “Bimbo” Ávila en el mismísimo estadio “Pascual Guerrero” que hasta ahora debe recordar el defensa celeste como el episodio futbolístico más importante de su vida.

La flaca puede esperar…

Ese día tenía que dejar todo listo para ir al Nacional. Salí volando de la universidad rumbo al estadio. No había tiempo ni para la enamorada, porque jugaba Cristal, porque mi vida transcurría siguiendo al equipo de mis amores. La enamorada podía esperar el fin de semana. Pero mi amor por la celeste era una obsesión. Si jugaban los cerveceros, mi vida se dividía en dos, para un lado el resto del mundo; para el otro, el Sporting Cristal y yo.

Esto siempre nos pasa a los hinchas: cuando uno anda desesperado por llegar a ver a su equipo es como si se le fuera el avión. Después de un viaje en combi que me pareció que había demorado un siglo, llegué al cruce de Javier Prado – Arequipa y de ahí al Coloso de José Díaz. Me sorprendí al ver que el Extremo Celeste había entrado. No estaba mi pata Paco Guerrero (amigo y promoción de colegio), tampoco José Cano (Rompebanca).

En mi desesperación compré una entrada de reventa para popular, quedándome sin pasajes para la universidad por el resto de semana, pero que importaba, bien valía el sacrificio acompañar a mi cuadro cervecero.
Logré entrar a la Popular y no es una exageración, pero debe haber sido el partido que más gente llevó Cristal al Nacional. No se compara ni la semifinal del 97 con Racing, menos el final con Cruzeiro. Ese día el estadio reventaba y afuera los revendedores hacían el negocio de su vida.

Entro apresurado y las bocas de ingreso de los estadios estaban copadas. “Pucha, ¿y ahora qué hago?”, me pregunté.

Subí a la parte superior de la tribuna popular. “Bueno, en el entretiempo bajaré al medio de la barra”, dije. A lo lejos divisé a mi amigo Paco cerca del alambrado que separaba la tribuna de la cancha.

Barney en una película porno…
Pero con el rabillo del ojo había notado que algo andaba mal en los alrededores. Y es que mientras toda la barra saltaba, cantaba y aplaudía, había alguien, una sola persona en la tribuna que no se movía. Cosa rara, es imposible la existencia de una estatua sentada en la tribuna, y mucho menos al lado de la barra. Algo no cuadraba, no encajaba. Era como ver a Barney en una película porno.

Entonces le puse atención. Era un flaco. Vestía pantalón azul y polo celeste. Se le notaba desencajado, desorientado. ¿Qué partido estaría viendo? Entonces me percaté que su color no era natural. No era blancura, era palidez. Intenté hablarle, pero no recordaba ni su nombre. Estaba malísimo, temblaba como perro chino. “Este se ha fumado la que mató a Jimi Hendrix”, dije.

En el cuadro del América de Cali sobresalían Fredy Rincón, Leonel Álvarez, Jorge “Polilla” Da Silva, Antony “Pitufo” de Ávila y un conocido de la casa, Javier “Pelado” Ferreira, con algunos cabellos más que cuando fue contratado por el cuadro de le Florida.

Pero Cristal también tenía lo suyo: Pedro Garay, Olivares, Marquinho, Palacios y Julinho. Esa noche Cristal iba perdiendo 3-0. Faltaban 15 minutos para que termine el encuentro los celestes no bajaban los brazos, seguían bregando por descontar el score adverso.

Cristal reacciona. Jorge Soto desborda y suelta un pase magistral a Julinho que empalma hacia el arco de Comizzo. 3 a1. Todo el equipo cervecero peleaba minuto a minuto el partido.

Para esto, en el entretiempo quise moverme hacia el medio donde estaba el corazón de la barra, pero era imposible. Terminé cerca del alambrado con mi amigo Paco. Curiosamente fui de extremo a extremo, pero qué importaba, seguíamos alentando. Los celestes eran once obreros. Y claro, estaban jugando con un cuadro experto en llegar a las instancias finales en la Copa Libertadores.
No habíamos terminado de gritar el gol de Julinho cuando otra vez el garoto nos sorprende con un gol más, en un centro hacia el área de Comizzo pivotea Maestri para que Julinho de un potente disparo marque el 3-2 definitivo.

Todo el estadio Nacional estalló de algarabía. Todos gritaban en coro “¡Perú, Perú, Perú!”. Y cierto, Cristal representaba en ese momento a nuestra patria. Con Paco observamos al Extremo Celeste de abajo arriba y era un éxtasis total. Pero al lado de la barra pudimos ver a un joven desplomarse, y enseguida lo reconocí.

La billetera entre los dientes…

Era el joven pálido que había visto en la parte superior. Una lástima, estaba convulsionando, pero pocos se habían dado cuenta. La gente seguía alentando a Cristal para conseguir el ansiado empate. Subimos al alambrado con Paco y gritamos a los paramédicos de la ambulancia. ¡Pero qué nos iban a escuchar! Para colmo, los paramédicos nos ondeaban los brazos pensando que los invitábamos para unírsenos en el aliento a los tigres celestes. Mientras tanto, los solidarios barristas lo iban bajando de mano en mano; era una camilla humana que lentamente lo hacía descender. Cuando llegó a mi lado, me dispuse a ayudar.

El pobre muchacho tenía una billetera apretada entre los dientes. Al toque me di cuenta que el pobre era víctima de un ataque de epilepsia. Pero los paramédicos seguían concentrados en el partido. Los llamábamos y nada. Imagínense, eran los últimos minutos del encuentro y Cristal buscaba el empate, así que imposible que nos escuchen. Un señor de la tribuna dio la solución:

– ¡Súbanlo al medio para que los paramédicos se enteren que este muchacho está convulsionando!

Ahí mismo con Paco y otros amigos lo levantamos para que lo pasen al medio. Por fin la ambulancia arrancó y se acercó a la tribuna. Ayudamos a los paramédicos colocándolo en la camilla para llevarlo al hospital. Pero grande fue mi asombro al ver que, cuando estaban acomodando en la camilla al joven, su billetera la habían cambiado… ¡por un cartón de leche Gloria!

Esa noche se salvó el pobre muchacho con su cartón en la boca y Cristal salió entre vivas y aplausos; no exagero si digo que todos los asistentes los seguían ovacionando. Ya no gritaban ¡Perú, Perú! sino ¡Cristal, Cristal, Cristal! El cuadro rimense había dejado todo en la cancha. Esa noche la gente no dejó de aplaudir. Agradecían así el coraje que habían puesto los celestes para luchar hasta el final. Lo sentíamos como si hubiera sido una victoria. También nos sorprendimos al enterarnos de que había un mago entre los barristas.

Porque sólo un mago transforma un billetera en un pedazo de cartón.

Tomado de El Portal Celeste

jueves, 13 de septiembre de 2012

"PELODURO", FUNDADOR DE LA BARRA POPULAR: “ROMPIMOS UN TRADICIONALISMO MEDIOCRE”

Por Luis Miguel López-Cano.

Su nombre es Miguel ‘Pelo Duro’ Medina. Fue uno de los promotores e impulsores de la creación de la ‘Barra Popular’ llamada posteriormente ‘Extremo Celeste’, un ‘Vieja Guardia’ que se inició en la tribuna de Oriente en los años 80′s en donde fui uno de los fundadores a mediados de la década de los 70′s.

 Y él nos lo relata: “El único lugar donde podíamos encontrar gente que compartiera nuestros sentimientos era en la Barra de Oriente; en un partido importante no sobrepasábamos 80 personas y en los partidos flojos solíamos estar en la tribuna 40 celestes”.

Llegada la década de los 90′s, Miguel Medina, más conocido como ‘Pelo Duro’, junto a otros jóvenes y adolescentes se trazaron un gran objetivo, y era que nuestro querido Sporting Cristal tuviera una ‘Barra Popular’, como él cuenta:

“Comenzaba la década de los 90′s. Todos éramos chiquillos de un promedio de 14 a 20 años, excepto Fernando, ‘el Científico’ y ‘Ojitos de Uva’. Todos llegábamos a la Barra de Oriente con el mismo espíritu de compartir nuestros momentos libres con el Sporting. En esa época ser hincha del Sporting Cristal era igual que ser una ‘cosa rara’.

“Toda nuestra generación convivía diariamente con una espina en un corazón que nació para siempre latir por nuestros colores. En esa época y en las anteriores décadas gobernaba un costumbrismo monopolizado sólo por dos fuerzas y todo el fútbol debía siempre girar alrededor de ellos”.

“No sé si por casualidad o cosas del destino, los de aquella generación, la de los 90′s, nos habíamos reunido con un programa en nuestros genes, veníamos predispuestos a rebasarlo todo, a romper con una historia siempre impuesta por un tradicionalismo mediocre”.

Y fue así, Miguel junto a otros ‘celestes’ iniciaron la gran cruzada:
“Estábamos dispuestos a llegar hasta el EXTREMO de la locura. Para los que estábamos interesados, claro que era una locura. Todos soñábamos con ser finalistas de una Copa Libertadores, con ser tricampeones, con llenar una popular con miles de hermanos ‘celestes’. Nos encontrábamos en una época en que los tripletes y dobletes reinaban los fines de semana, domingo a domingo esperábamos la programación sólo para saber si jugaríamos de preliminar”.

“Luego de conversar más de una vez con don Pancho Lombardi, y tener el visto bueno de la directiva, los entusiastas muchachos tocaron, puerta por puerta, los principales barrios del Rímac. La consigna era llevar un centenar de hinchas a la tribuna popular y que semana a semana se adhieran más simpatizantes del Sporting Cristal de otros barrios y distritos de Lima, y así fue: La ‘Barra Popular’ del Sporting Cristal creció paulatinamente a la par de los resultados de esos maravillosos años 90′s”.

Hola Miguel, gusto de verte, después de tantos años.

Hola, Luis Miguel, ¡qué sorpresa! Después de tanto tiempo, estimado ‘celeste’, ¡cómo te ha ido!

Muy bien, nosotros, los antiguos ‘celestes’, siempre recordándote y aprovechando en visitarte gracias a la información que nos proporcionaron algunos amigos que te conocen y recuerdan siempre.

Gracias por venir a visitarme, realmente es una sorpresa. Qué agradable es saber que más de un ‘celeste’ se acuerde de mí (sonríe efusivamente).

Así es, más de uno te recuerda con cariño, sobretodo aquella generación de los 90’s llamada hoy la ‘Vieja Guardia’. ¿Qué recuerdos tienes de la barra?

Recuerdo mucho a las personas que me acompañaron en esa época que hinchaba por nuestro querido equipo desde la tribuna Oriente, y luego desde la Popular desde el año 1991. Cómo no recordar al tío Koki (+) que amaba al Sporting Cristal, al loco Galliani (+) que tocaba el bombo; al Sr. Calienes, a ‘Perico’ Ugaz y al gran Valderrama, quienes se ponían a bailar en el medio de la barra. Recuerdo a un flaco que vivía en Renovación en La Victoria. ‘Chaira’ era su apodo, venía de la tribuna Norte, así como a don Freddy Ambía que trajo los bongos a la tribuna Oriente.

Me comentaron que el Chaira fue el primero de la trompeta en la tribuna Norte allá por los 70’s, y en Oriente la tomó el ‘Perico’, ese ritmo que anteponía al “SC…SC” tenía el tono selvático lento que Chaira, oriundo de ese lugar del Perú, lo acopló a un ritmo futbolístico para la canción “Fuerza Cristal”. También recuerdo al Tirulero y a Willy, quienes hacían sus pininos con la trompeta, sobretodo el ‘Tiru’, que luego pasó la trompeta con su clásico ritmo a la Barra Popular.

¿Sabías que algunos de ellos van de cuando en cuando a la tribuna Occidente del estadio Alberto Gallardo?, yo siempre veo al Sr. Calienes, al Sr. Freddy Ambía y otros más.

Sí, me imagino, tengo entendido que muchos noventeros ‘Vieja Guardia’ van al estadio a alentar al equipo los fines de semana. Me parece muy bien todo ello.

¿Y tú porqué no bajas, ‘Pelo’?

Como ves, mi trabajo es en horario nocturno, sobre todo los fines de semana. Imagínate que la última vez que fui al estadio me quedé dormido, y no por la lentitud del partido o del equipo ¿ah? Lo que pasa es que trabajo hasta las 6 am., y la mañana la destino a dormir, pero haré un esfuerzo para estar presente en el estadio.

¿Cómo ves al equipo?

Muy bien, pues. Cristal está jugando muy bien, al estilo del Profesor Mosquera. Me da gusto que los aires del club hayan cambiado este año 2012, pero soy de la idea de que para la Copa Libertadores 2013 necesitamos un back central y un 9. Con dos buenos refuerzos la podemos hacer.

Bueno Miguel, no te quitamos más tu tiempo. Sé que estas en horario de trabajo. A nombre de todos los ‘celestes’ que te conocieron y los que no, te obsequiamos estos dos DVD’s de lo mejor de nuestro Sporting Cristal, especiales de goles, galería de fotos con música, etc.

Muchas gracias, los voy a ver y disfrutar a la hora del almuerzo, realmente es una alegría para mí verlos a ustedes, saludos a la gentita, ¡Salud Cristal!!