Por Aldo Alvarado, El Doctor Celeste.
Al
comienzo y cuando ya tenía uso de razón, iba esporádicamente al futbol. Un buen
día -jugaba el Sporting Cristal con el San Agustín- decidí alentar con la gente
que estaba en Oriente. Ese día perdimos 2 a 0, pero grité tanto, pero tanto que
tomé la firme decisión de acompañar a esa barra para alentar a mi querido
cuadro celeste.
Al
comienzo con la mía, como hasta el día
de hoy, siempre con la mía. Y una vez se me acerca Martín Avendaño con el
Cachaco y me dicen que yo gritaba un huevo y todo el partido y no paraba de
cantar y me preguntaron si quería pertenecer a la barra. Me sentí realmente
halagado.
En la Barra Oriente
Y
desde ese día, a mediados del 87 pertenecí a esa Fuerza Oriente, con la
banderola Fuerza Cristal que tenía tiritas blancas, ¿se acuerdan?, esa de la
foto. Ahi conocí a mis hermanos celestes de sangre. en primer lugar a Arturo
Kikuyama, mi hermano, a Toño Calienes, su papá Gustavo, al Muñeco Meza, al
Chaira, Perico y su gran energía para la corneta, el cholo Wilson, Johnny, los
bongós del gran profesor Freddy, al popular "Francéscoli" que nunca
supe cómo se llamaba y lo vi últimamente en el Gallardo.
No
me olvido del Diablito, el gran Cholo Apaico, luego bautizado en el extremo
como Kopriva, César Vásquez, Aldo Celis, al Payasito Pancho, al gordo Italiano
con sus mostachos y su hijo el gordito; el señor Mazuelos y su hijo “Uga uga
ugaaaaa”, todos unos hermanos que dejábamos todo; el tío Abratani y sus lentes
negros y su filtro de cigarros Inca…
El Loco del bombo…
El
loco Galliani (qepd) me enseñó a tocar el bombo y desde ahí lo estuve tocando
por varios años. Una vez en Ovación dijeron que el Cristal podía estar jugando
mal y perdiendo pero ese bombo nunca dejaba de sonar todo el partido. Esa
vez me sentí muy contento porque mi
esfuerzo se hacía destacar.
Qué
lindas épocas, todos preparábamos el papel picado y los contómetros. Yo era uno
de quienes cortaban tiras de papel periódico y las unían con engrapador para yo
mismo hacer mis contómetros. Eso es hinchar de verdad, muchas veces ni veía los
goles de la celeste por estar tocando el bombo mirando a la barra, y solo me
sentía feliz de ver la cara de felicidad de mis compañeros al gritar un gol de
nuestro equipo. ¡Qué emoción! Gritar el
“¡ola ola ola, golazo de Loyola!. Me han hecho emocionarme hasta las lágrimas.
¡Gracias
Sporting Cristal!, ¡gracias barra! ¡salud, salud, salud Cristal !!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario